David Lynch… David Lynch qué más se puede decir del director que cuando se le pregunta de qué trata su proyecto responde tranquilamente que ni él sabe qué está filmando. Un monumento a la ambigüedad y la falta de certeza, aspecto que lo ha llevado a ser un genio, un caos completamente estético, una contradicción mucho más coherente que cualquier intento sensato de directores sin compromiso artístico en la actualidad. Hoy comentaré una cinta que tardo varios años en realizarse, no porque era un proyecto compulsivo y obsesivo, sino porque simplemente le costó un mundo al director conseguir los fondos para poder realizar un proyecto en el que muy pocos creyeron pero que en la actualidad es un joya, aún desconocida, dentro de los rumbos de la experimentación fundamentada en la cinematografía, así como lo fue “Un Chien Andalou”, del los por siempre grandes Luis Buñuel y Salvador Dalí. Supongamos que Eraserhead es estrenada en la actualidad, resultado: una turba de gente incendiando las

A Peter Jackson mucho se le conoce por ser el director monumental que ha dirigido proyectos muy ambiciosos reconocidos en todo el mundo tanto por críticos como por el público en general. Proyectos como la trilogía de Lord of the Rings le aseguró un éxito dentro de la taquilla y tuvo que salir de la entrega de los premios Oscar como que era Santa Claus (al mejor estilo navideño) con un tremendo saco lleno de estatuillas. Luego con proyectos como el remake de una de todos los tiempos King Kong donde realizó una adaptación aceptable agregando su estilo desenfadado y como siempre una visualización espectacular. Pero pocos conocemos al Peter de los primeros años, encargado de revolver tripas y hacerte reír con un nudo en el estómago y fue desde ese inicio que el actor neozelandés entró en los mundos del gore, el látex y los sesos explotados con proyectos como Bad Taste y otras. Ahora hablaremos de una cinta que fue estrenada en el año de 1992 una historia curiosa, entretenida, no mu

La tecnología en nuestros días se ha convertido en algo muy íntimo para cada uno, llegando a niveles de compenetración tan avanzados que en algún momento las simbiosis propuestas por David Cronenberg en muchas de sus películas quedarán como mensajes previendo ese tipo de relación. En este caso no es muy alejado pensar en juegos de vídeo que nos lleven a mundos virtuales donde los usuarios experimentan niveles de abstracción tan grandes que en un simbolismo podemos asegurar que se llega a un momento de no saber distinguir entre las necesidades reales y las creadas por todos estos dispositivos. Frente a esta extraña idea, es que el director canadiense explora sus conceptos y metáforas en una historia entretenida y muy digerible pero que no deja de jugar con conceptos no tan evidentes sobre la problemática entre la ética, la tecnología, los humanos, su unión y porqué no decirlo, su convivencia. Para revisar su potencial dentro del desarrollado mundo de los juegos génicos, eXistenZ e