Philadelphia (1993) por TOOLTOBAR


Cuentas los rumores callejeros y mitos urbanos que el director Jonathan Demme, luego de dirigir “The Silence of the Lambs” (1991) junto con el aluvión de premios y halagos por la dirección de este clásico del cine, también recibió críticas por la forma morbosa en que había llevado a la pantalla al personaje del Jame Gumb, mejor conocido como Bufallo Bill y es que se escucharon comentarios donde se le señaló por llevar a la pantalla la imagen de un asesino serial, homosexual, con hábitos un tanto retorcidos, un tanto prejucioso.

No sé qué tan cierto sea esto; pero lo curioso es que por cosas del destino, dos años después en el año 1993 llevó a la pantalla su siguiente proyecto donde nuestro protagonista lleva el hilo de una historia cruda donde se plantean temáticas como la discriminación y los prejuicios de nuestra sociedad con respecto al SIDA y a la homosexualidad.


Andy Beckett (Tom Hanks) es un joven abogado con un buen trabajo en una empresa prestigiosa, es reconocido por sus jefes quienes lo miran con un futuro prometedor; sin embargo la situación cambia cuando sus superiores se enteran de su orientación sexual y que padece de SIDA, dando un giro completo al comportamiento de las jefaturas con el joven abogado, comenzando a acosarlo laboralmente y discriminándolo por su condición, hasta lograr despedirlo bajo el argumento de incompetencia laboral.

Ante la situación, Andy decide interponer una demanda contra sus antiguos jefes, que hay que mencionar que son unos homofóbicos de primera, ya que detrás del despido hay un patrón de discriminación por su condición y para llevar su caso consigue los servicios del abogado Josep Miller (Denzel Washington) quien lo acompañara en esta lucha no sólo contra los acusados, sino contra los prejuicios de la misma sociedad, en una lucha contra la intolerancia, la discriminación y el desconocimiento.

Partiendo de esto, qué joya la que hace Demme con la historia, trataré de explicar algunos elementos por las cuales se debe tener en cuenta la película. Primero, esta actuación significó el primer reconocimiento significativo para Tom Hanks, en pocas palabras es un antes y después para el actor, si bien es cierto se sabía de su calidad no fue hasta su actuación en Philadelphia que quedó con la marca de un actor top; antes ya había tenido papeles interesantes como en la comedia Big y su entrañable papel en Splash, por mencionar algunos títulos.

Sin embargo, no podemos decir que el trabajo actoral recae sólo en él, sino que en general las actuaciones son muy atinadas y significativas, qué actuación la de Washington interpretando a este abogado que decide tomar el caso con algo de dudas, de cierta manera prejuiciado en un inicio pero que poco a poco va teniendo una transformación en su ser por todo lo que vive al lado de Andy, conociendo y viviendo la discriminación, tomando poco a poco muy en serio la misión de defender el caso no por simple ego sino por un tema de humanidad pura y es acá la gran virtud de su personaje.

Y no llegamos hasta acá en cuanto a los personajes ya que es de notar también que el peso no va sólo en estos dos actores, también tenemos a los jefes homofóbicos, la abogada defensora de éstos, el jurado observador, la familia de Andy y Miguel (Antonio Banderas) la pareja de Andy quienes cumplen con su cuota y presencia, como notarán uno de los asuntos fuertes de Philadelphia es la construcción de personajes.

Otro elemento que hay que seguir es la muy acertada selección musical y el trabajo en especial de Howard Shore, quien ya había trabajado con Demme en “The Silence of the Lambs” pero que además tiene una notable carrera dentro de bandas sonoras para clásicos cinematográficos como “Lord of the Rings” y films de culto del director David Cronenmberg como “The Fly”, “Videodrome”, “Existenz” y así podemos seguir… este elemento está por demás asegurado con el trabajo de Shore.

El soundtrack increíble y conmovedor, con tracks de Bruce Springsteen, Spin Doctor, Peter Gabriel y los monstruos de María Callas y Neil Young quien se encarga de destruirnos con su participación en la secuencia de cierre, es increíble y sublime.

Una película sólida, un martillazo a los prejuicios, un planteamiento magistral del maestro Demme, sobe una problemática que a lo mejor puede adolecer de dejar algunas aristas sociales sobre el tema de la discriminación por la orientación sexual y el SIDA, pero que no por eso deja de ser una joya; Philadelphia es una la película que narra alrededor de estos elementos pero que es aplicable a muchas formas de discriminación que se han vivido y se continúan viviendo en nuestras sociedades.

Una infaltable!

TOOLTOBAR

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