Re-Animator (1985) por TOOLTOBAR


Cuando pienso en películas de culto o cuando alguien me pregunta sobre el tema, sin dudas hay un cantidad que podría mencionar y seguro les pasa a cada uno de los que somos fanáticos del cine, y a lo mejor cada una tiene su nivel de validez; sin embargo en mi caso, si de historias de culto se trata, las primeras ideas van alrededor de esta magnífica película, El Re-Animador (1985) del director Stuart Gordon quien justamente en marzo del 2020, partió a otros planos de existencia.

Esta película es una ingeniosa combinación de géneros muy bien logrados, siempre enfatizando el terror, gore, suspenso, pero sin dejar de lado el humor, sarcasmo, sexo, morbo e historias amor, llevados de tal forma que se complementan de manera notable. Siempre he considerado que hay películas que trascienden luego de los años y unos de mis filtros principales es que luego de años y años, se pueden ver y son completamente vigentes, las historias y la producción por así decirlo no envejecen; hay otras sin embargo que uno las observa luego de una o dos décadas de su estreno y parecen viejitas, con historias y conectores que ya parecen obsoletos desfasadas en el caso del Re-Animador, luego de 25 años la veo siempre brillante y radiante.


La historia es simple, Herbert West (Jeffreys Combs) estudiante de medicina en una universidad de Suiza, luego de una serie de experimentos fallidos acerca de la reanimación de los muertos, es trasladado a los Estados Unidos e incorporado específicamente a la Universidad de Miskantonic; allí conoce a Dan Cain (Bruce Abbott) quien le alquila una habitación dentro de su vivienda y es acá donde el joven West decide continuar con sus experimentos de reanimación a través de un extraño suero color verde fluorescente que permite revivir a los muertos, con el agravante que estos se vuelven incontrolables ocasionando destrozos a su alrededor.

Los experimentos del excéntrico Herbert son descubiertos por Megan (Barbara Crampton), la hermosa novia de Dan y además por el doctor Carl Hill (David Gale), un catedrático que decide seguir la pista de los desquiciados experimentos para poder llevarse el crédito ante la noticia de haber descubierto la “cura” a la muerte.


El suero, no es complicado, sencillamente debe inyectarse en los cadáveres relativamente frescos en dosis indeterminadas hasta lograr la reanimación, y acá es donde bajo esta premisa, surge la personalidad desquiciada e implacable de Herbert West quien para lograr comprobar sus teorías, está dispuesto a robar cadáveres, revivir mascotas, decapitar personas con tal de lograr su objetivo; a pesar de esto, Herbert es entrañable, jocoso y hasta un tanto inocente, por lo que aún lo recordamos si hablamos de esta película.

En Re-Animator vemos escenas memorables muy bien encajadas independientemente el género que sean, generando ese momento particular de hacerte reír mientras estás viendo escenas descabelladas de terror y gore (no todas lo logran); así tenemos la escena del gato Rufus, que yo siempre la he llamado “El ataque del bolsón escolar felino”, me muero de la risa con esa secuencia, pero también veremos zombis descontrolados atacando personas sin sentido, doctores que se vuelven megalómanos, cabezas cercenadas de sus cuerpos con ataques de lujuria queriendo satisfacer sus necesidades y en medio de todo esto el famoso suero reanimador.


El intro de la película, con una musicalización enviciante que te genera curiosidad y te captura desde el primer momento, una sátira dirán algunos de otra película de terror muy reconocida; dicho arreglo fue realizado por Richard Band quien ha trabajado en muchas otras obras del género como Puppet Master y From Beyond, en esta última por cierto vemos también  Jeffrey Combs en el papel principal.
El Doctor Carl Hill un muy buen villano, ambicioso, perverso y depravado que dará un buen contrapeso a nuestros protagonistas y nos mantendrá atentos a ver el desenlace de esta disputa que se mezcla con excelentes efectos especiales ochenteros que da ese toque gore, grotesco característico de esa época.

Una película que recomiendo porque pasan los años y cada vez que la veo, me encuentro con un trabajo que está vigente, grande Jeffrey Combs al interpretar de manera magistral a Herbert West, ese niño curioso que está dispuesto a todo para comprobar sus teorías; Jeffrey no mató a su Herbert… “Le dio la vida”.


TOOLTOBAR


INTRODUCCIÓN RE-ANIMATOR

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